Self-Portrait with Velvet Beret

Numerosas pinturas y dibujos muestran que Rembrandt estaba más interesado en sí mismo como sujeto, desde los tiempos más remotos y hasta la vejez, que cualquier otro artista de su época. Este retrato con una boina de terciopelo es una manifestación de su confianza en sí mismo: se había casado con Saskia Uylenburgh en 1634, y por lo tanto por encima de su posición. También muestra que estaba familiarizado con el famoso autorretrato de Rubens (Castillo de Windsor). Pero a diferencia de Rubens , Rembrandt no se presenta como un caballero honorable, sino como un pintor establecido, que basa su autorrepresentación en el arte, y no en el estatus social. La boina es también uno de los atributos típicos del pintor, y el giro alerta de la cabeza hacia el espectador y la mirada reflexiva de la imagen habían sido estándar en el retrato de artistas desde el Renacimiento.