Travesuras de la modelo
Creador: Raimundo de Madrazo y Garreta
Fecha: ca. 1885
Dimensiones físicas: w66 x h95.2 cm
Origen: Colección Carmen Thyssen-Bornemisza on gratuitous loan to the Museo Carmen Thyssen Málaga
Tipo: Painting
Técnica artística: Oil on canvas
En la prolífica producción de Raimundo de Madrazo, la mayor parte de la cual fue ejecutada en París , donde se instaló cuando era muy joven, sus pinturas con su modelo favorita, Aline Masson, son numerosas. La describió con las más variadas actitudes, poses y vestimenta, ya sea en retratos completos, de busto o de medio cuerpo o en pinturas de género con otras figuras. Cuando la pintaba sola, casi siempre era de cuerpo entero, disfrazado o en el centro de una escena, a menudo con cierto grado de contenido anecdótico.
Aquí la representó en su estudio durante un descanso después de posar. Se ha acercado al lienzo para examinar un boceto de sí misma y ha pintado audazmente una caricatura del artista, que aparentemente está mirando.
A pesar del tema intrascendente y su insistencia en incluir elementos decorativos en sus cuadros, aquí Raimundo de Madrazo demostró el extraordinario talento para pintar retratos femeninos que le dio tanta fama con la alta sociedad parisina contemporánea. También es evidente en el modelado suave y sensual de los tonos de carne y su asombrosa capacidad para reproducir las cualidades de los tejidos y las joyas con las que adornó su modelo. Desde el punto de vista compositivo, es particularmente llamativa la facilidad con la que fue capaz de construir un tema narrativo, aunque leve, con una sola figura y utilizando recursos típicos de la pintura barroca, en este caso hacer que una figura fuera del campo de visión sea un accesorio a la escena.
A pesar de la aparente informalidad de la imagen, una cierta rigidez en la postura de la modelo y una inexpresividad en su gesto que le confiere una frialdad casi como un maniquí sobre ella en realidad subrayan tanto la premeditación de la pose de la modelo como su profesionalismo.
Por otro lado, a pesar de su presencia puramente incidental, la figura apenas discernible en la pintura en el caballete todavía muestra la sorprendente confianza de Madrazo y su capacidad para sugerir, con unos toques rápidos del pincel, los contornos femeninos básicos, el volumen del tonos de carne y la luz en el vestido de la modelo.
La pintura se vendió en una subasta en 1989 con el título "En el estudio".
José Luis Díez