Virgin and Child

"Por lo tanto, debemos restringir, adornar, componer, peinar y lavar nuestras pasiones que, al igual que el pelo, brotan de nuestros corazones."
–Petrus Bercorius, 1340

El elaborado peinado de la Virgen puede parecer llamativo para la madre virtuosa de Cristo. De hecho, sirve como un símbolo de su integridad moral. En la Edad Media y el Renacimiento, el cabello, especialmente el pelo de las mujeres, era visto como el asiento de las pasiones. Las mujeres pecaminosas como Eva a menudo eran representadas con trenzas que fluían libremente, sugiriendo que sus emociones eran tremendamente libres. Por el contrario, la peinadora cuidadosamente peinada y anudada de la Virgen sirve como la corona resplandeciente de su virtud.