Le village de la Roche-Blond, Effet du soir

La pintura que provocó la mayor discusión en la octava y última exposición de los impresionistas en 1886 fue Un dimanche après-midi à l'Ile de la Grande Jatte (Tarde del domingo en la isla de la Grande Jatte, 1884-86) de Georges Seurat (1859-1891). En esta pintura, Seurat sistematizó la teoría del color y las pinceladas distintivas de los impresionistas llenando el lienzo con una serie ordenada de puntos. El trabajo causó controversia entre los críticos, pero proporcionó un fuerte estímulo para el resto del mundo del arte contemporáneo. Mientras tanto, Paul Cézanne (1839-1906) le había dado la espalda al enfoque momentáneo de los impresionistas y comenzó a pintar imágenes que tenían una sensación de solidez y continuidad. Incluso Monet, que había sido la fuerza impulsora detrás del movimiento impresionista, estaba buscando su propio camino otra vez. Justo en ese momento, el crítico Gustave Geffroy (1855-1926) invitó a Monet al Valle de Creuse, a unos trescientos kilómetros al sur de París . Monet solo tenía la intención de pasar dos o tres semanas allí, pero terminó quedándose más de tres meses. Durante ese tiempo, completó aproximadamente veinticuatro pinturas, catorce de los cuales presentó a una exposición conjunta a gran escala con François Auguste Rodin (1840-1917) en junio de 1889.
En esta pintura, no encontramos ninguna de las cosas que hayan interesado a Monet en el pasado, ni agua brillante, ni nubes temblorosas, ni habitantes urbanos bulliciosos. Monet describió los paisajes del valle de Creuse como "terriblemente oscuros" y "sombríos". Tal vez los paisajes proyectan su sombra melancólica sobre él mientras intentaba embarcarse en una nueva dirección artística. Los críticos generalmente respondieron a la nueva dirección de Monet con asombro, y alabaron la "dignidad incomparable" y el "grado de final poco común" de su trabajo reciente.